Estaba yo sentada en el quicio de la puerta,
y el gato me rozaba con su cola suave de peluche.
Un calor insoportable, hacía ver mi sudor
a goterones por mi pecho, mi falda casi
arremangada ,,,, y una blusa atada a la
cintura descubriendo mis caderas, mi pelo
recogido haciéndole un nudo con el mismo.
El carmín emborronado, y el eye liner de mis ojos
hacían ver dos roales negros en mi cara.
Estiré mis piernas como pude, me arrastre hacia
la cocina, pero me alcanzó de nuevo.
Me cogió del pelo, me mordió los labios
y apretó mi pecho sobre su cara.
Lo descubrió y lo agarro con rabia.
Mi pelo se soltó y caía suavemente sobre
mi hombro casi descubierto, mi mirada
penetrante y ansiosa de sentir su ,,,,,,,,,
me lo puso en la boca casi me ahogaba,
pero no duele ,,,, no me hiere, solo lo gozo de placer
tira de mi pelo hacia atrás, casi arrastrándome ,,,,
me lleva.
Tiene en la mano una correa de cuero,,,, y yo no merezco sus azotes
se ha vuelto contra mí, he perdido mi poder,,,,,, no me obedece,,,
Me amordaza y me ata,,, con las piernas abiertas, colgada,,,,,,
casi suspendida en el aire,,,, ufff por fin desperté, Dios mío
que agonía solo era un sueño ,,, ,¿así se siente como sumisa?.
lunes, 31 de mayo de 2010
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